Tu tiroides, una glándula pequeña que se encuentra en la parte delantera del cuello, y mantiene el metabolismo funcionando sin problemas. Debido a que la tiroides controla gran parte del metabolismo, debe funcionar correctamente para que nos mantengamos saludables y nos sintamos bien.
A pesar de su importante papel en el metabolismo celular, los problemas de tiroides son bastante comunes. Son más comunes en mujeres que en hombres; de hecho, una de cada ocho mujeres desarrollará problemas de tiroides durante su vida, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU.
En general, una tiroides hiperactiva (llamada hipertiroidismo) puede hacer que se sienta ansioso, tembloroso, sudoroso y caliente, y causar pérdida de peso y problemas para dormir, entre otros síntomas. Por el contrario, una persona con una tiroides poco activa (llamada hipotiroidismo) podría sentirse lenta, fatigada y fría, y podría experimentar problemas que incluyen aumento de peso y estreñimiento.
¿Cómo Saber si Tienes un Problema de Tiroides?
Primero, debes comprender cómo reconocer los síntomas y los factores de riesgo de las enfermedades de la tiroides. Dado que muchos síntomas pueden estar ocultos o imitar otras enfermedades y afecciones, la mejor manera de saberlo con certeza es pedirle a tu médico una prueba de TSH (hormona estimulante de la tiroides), un simple análisis de sangre para verificar la condición de tu glándula tiroidea. Además, tómate un minuto y realiza una autoevaluación de tu cuello. Por otro lado, en los últimos años se está haciendo más frecuente la tiroiditis de Hashimoto, por ello es recomendable hacer una prueba de anticuerpos anti tiroideos.
Debido a que la enfermedad de la tiroides a menudo se presenta en familias, puedes hacer una revisión sobre tu historial clínico familiar y ver si han habido casos en tu familia de enfermedades tiroideas.
Consejos para Tener una Tiroides Saludable
#1- Come Menos Verduras
Sí, de verdad, aunque solo cuando se trata de verduras crucíferas, como la coliflor, el brócoli y las coles de Bruselas. Si estas verduras son una parte central de tu dieta y tienes problemas de tiroides, es posible que desee re-considerarlo.
Un estudio de 2016 publicado en PubMed encontró que, debido a que son más difíciles de digerir y metabolizar que las verduras no crucíferas, se han relacionado con un mayor riesgo de enfermedades relacionadas con la tiroides.
#2- Disminuye el Estrés de tu vida
Los altos niveles de estrés pueden provocar ansiedad, insomnio y aumento de la presión arterial. Pero hay otro efecto secundario adverso: según una revisión realizada en 2010, el estrés puede hacer que la tiroides disminuya su función, lo que podría provocar un aumento de peso no deseado.
El estrés también es uno de los factores ambientales que aumenta el riesgo de hipertiroidismo, que es cuando la tiroides libera demasiadas hormonas.
#3- Dile NO a la Soya
La soja es un ingrediente controvertido, especialmente cuando se trata de la salud de la tiroides, y la investigación lo respalda cada vez más.
Un estudio de 2016 publicado en Public Health Nutrition concluyó que las posibilidades de tener una TSH alta se cuadruplicaron en las personas que comieron dos porciones diarias de alimentos de soya en comparación con las que no comieron nada.
Otro estudio publicado en el Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism sugirió que el consumo diario de 16 miligramos de soja puede triplicar el riesgo de desarrollar hipotiroidismo. Eso es más o menos el equivalente a una porción de un cuarto de taza de tofu, una porción de media taza de leche de soya o un hot dog de soya.
#4- Come más Selenio
Un estudio en el Molecular Nutrition and Food Research Journal descubrió que el selenio, un elemento que se encuentra nutricionalmente en las nueces y los hongos, puede mantener la producción de hormonas tiroideas funcionando de manera fluida y efectiva.
Los expertos recomiendan no más de 400 mcg por día de selenio de todas las fuentes, incluidos alimentos, vitaminas y suplementos, para evitar la toxicidad. Los niveles bajos de selenio están relacionados con un mayor riesgo de hipotiroidismo, bocio y tiroiditis de Hashimoto y enfermedad de Graves.
#5- ¡Vivan las Bayas!
Para una mejor salud de la tiroides, incluye en tu dieta alimentos ricos en antioxidantes, como fresas, frambuesas, blueberries, granadas y todo tipo de bayas.
Un estudio publicado en Clinical Chemistry and Laboratory Medicine en 2008, encontró un vínculo entre el consumo de antioxidantes y los niveles generales de salud del sistema endocrino. Los resultados revelan una mayor generación de especies reactivas de oxígeno y el deterioro del sistema antioxidante en pacientes con hipertiroidismo, y particularmente en pacientes con hipotiroidismo.
#6- Elimina el Gluten de tu Vida
El gluten, junto con otras sensibilidades de alimentos, es un culpable notorio de disfunción tiroidea, ya que genera inflamación. El gluten provoca respuestas autoinmunes en muchas personas y puede ser responsable de la tiroiditis de Hashimoto, una común enfermedad tiroidea autoinmune.
Un estudio de 2002 publicado en el Journal of European Endocrinology encontró que había una correlación entre las personas que comen mucho gluten y las personas que tienen una tiroides menos activa. Además, los investigadores descubrieron que, cuando esas personas eliminan el gluten de su dieta , su función tiroidea se equilibra a niveles normales.
Conclusiones
La tiroides es una pequeña porción del cuerpo humano. Sin embargo, es una gran parte de la salud general. Asegúrate de mantene tu tiroides saludable con estos consejos, además recuerda ir a un chequeo general con tu médico para confirmar que todo siga bien.
Si ya tienes una enfermedad tiroidea, no te preocupes. Un cambio en tu estilo de vida, añadiendo una dieta saludable y ejercicios regulares, te puede ayudar a controlar tu tiroides. Consulta con tu nutricionista metabólico para determinar un tratamiento para ti o simplemente, para que te brinde más consejos para mantener tu tiroides saludable