Todos, en alguna medida, tenemos algunos malos hábito de vida, especialmente cuando se trata de comer. Algunos de nosotros comemos sin cesar mientras trabajamos. Otros, somos propensos a tomar una o tres cervezas cada noche y luego acostarnos en el sofá al llegar a casa.
Más de uno, disfrutamos de bocadillos de medianoche, generalmente deliciosas comida chatarra como pasteles, hamburguesas o doritos. Ahora bien, ¿Quién hubiera pensado que esas pequeñas acciones que hacemos sin darnos cuenta, podrían afectar tanto el número de la báscula al pesarnos? Si bien, las acciones individuales por sí solas, no son la razón de tu aumento de peso, es cuando estas pequeñas acciones se convierten en hábitos, que empieza el verdadero problema.
Pero no te preocupes, cualquiera de estos malos hábitos puede revertirse. Solo tienes que reconocer el hábito y redirigir tu acción a una opción más saludable.
El Estilo de Vida Moderno y los Malos Hábitos Alimenticios
En una sociedad de ritmo rápido, las personas buscan alimentos rápidos, fáciles y de buen sabor para adaptarse a un estilo de vida ocupado. Ya sea que trabajes para un negocio corporativo, un startup o seas un emprendedor, probablemente priorices el trabajo sobre tus necesidades personales.
Desafortunadamente, esta es una ocurrencia normal para los profesionales de negocios. Tendemos a poner nuestras vidas personales en espera para tener éxito en nuestra vida laboral y dejar poco tiempo para cosas como la familia, los amigos y la salud.
Aproximadamente el 97.3% de las personas admite no hacer ejercicio, tener una dieta deficiente y fumar, según un estudio del Colegio de Salud Pública y Ciencias Humanas de la Universidad Estatal de Oregón. No mantenerte saludable puede promover enfermedades como el cáncer, la diabetes, y los accidentes cerebrovasculares.
Malos Hábitos Alimenticios que te harán Subir de Peso
#1- Comer Alimentos “Bajos en Grasa”
Generalmente, cuando intentas deshacerte de algunos kilos de más, siempre terminas comprando alimentos comercializados como “bajos en grasa” o “libre de culpas”. Pero esa no es la verdad.
Por lo general, esas opciones solo te ahorran unas pocas calorías adicionales y reemplazan las grasas inofensivas con carbohidratos de bajo rendimiento. Los reemplazantes se digieren rápidamente, lo que lleva a una fiebre del azúcar e, inmediatamente después, al hambre de rebote.
#2- Dormir mucho o muy poco
No solo las horas de sueño sólido te mantienen con energía durante todo el día, sino que también te ayudan a mantenerte delgado. Los investigadores de Wake Forest demostraron que mantener un horario de sueño saludable es crucial para mantener apretado el estómago.
De hecho, descubrieron que las personas que hacen dieta y duermen cinco horas o menos, aumentaron 2.5 veces más de peso que las que duermen entre siete y ocho horas. Exagerar también puede ser malo: los que durmieron más de ocho horas aumentaron solo un poco menos que los que durmieron menos de cinco.
Descansa durante un promedio de seis a ocho horas de sueño por noche, que es la cantidad óptima para controlar el peso.
#3- Beber Gaseosas “Sin Calorías”
No solo estás consumiendo endulzantes que aumentan el azúcar en la sangre, sino que también estás bebiendo calorías innecesarias. Y no pienses que las gaseosas dietéticas son mejores.
Un estudio en la revista Journal of the American Geriatrics Society descubrió que los sujetos que bebieron dos o más refrescos de dieta al día en el transcurso de 10 años, vieron que sus cinturas aumentaron cinco veces más rápido que las personas que no consumen gaseosas.
#4- Comer Demasiado Rápido
Si nuestro cuerpo tiene un defecto importante, es este: que el estómago tome 20 minutos para decirle a nuestro cerebro que ya estamos llenos. Un estudio publicado en el Journal of the American Dietetic Association descubrió que los consumidores lentos consumían 66 calorías menos por comida, pero en comparación con sus compañeros de comida rápida, sentían que habían comido más.
Aunque 66 calorías pueden no parecer muchas, si puedes hacer eso en cada comida, ¡perderás más de 9 kilos al año!
#5- Ver Televisión Mientras Comes
Cuando miras televisión, no te estás concentrando completamente en cualquier otra cosas que estés haciendo, y esto incluye comer. Investigadores de la Universidad de Birmingham descubrieron que las personas que estaban distraídas mientras comían, consumían más bocadillos que las que estaban atentas, ¡la mayoría ni siquiera recordaba todo lo que comían!
Las estadísticas también muestran que comes 5-10 veces más cuando comes mientras miras televisión. Si vas a picar mientras miras televisión, prepara bocadillos o snacks saludables.
¿Por qué es Importante Tener Buenos Hábitos Alimenticios?
Elegir alimentos saludables es más difícil de lo pensamos, y eso se debe a que la mayoría de nuestras opciones alimentarias se basan en el placer. De hecho, comer es una experiencia tan agradable que elegimos comer alimentos que saben bien, en lugar de comer alimentos que nos hacen sentir bien. También disfrutamos tanto de la comida que comemos más de lo que nuestro cuerpo realmente necesita.
El sobrepeso puede afectar nuestra autoestima y también, aumentar el riesgo de diabetes, problemas en las articulaciones y los huesos, enfermedades cardíacas, apnea del sueño, presión arterial alta y problemas sociales y psicológicos. Es por ello que, cambiando nuestro hábitos y prestando más atención en lo que metemos en nuestro cuerpo, podremos solventar diferentes afecciones en nuestra vida.
Y si, comer sano no es una tarea fácil, pero sin duda vale el esfuerzo. A medida que avances hacia tus objetivos, tómate el tiempo para recompensarte cada vez que alcance hitos específicos. Una vez que te hayas entregado a la actividad de recompensa (una actividad sana) de tu elección… ¡No te Detendrás!.
Si lo arruinas, no te rindas. Respira profundo y recuerda que está bien cometer errores. No es el fin del mundo. Sigue adelante, no te rindas.Desarrollar hábitos alimenticios saludables no debería ser una experiencia estresante. Diviértete probando alimentos saludables nuevos y diferentes. Apóyate con un nutricionista metabólico, para que te haga una dieta personalizada a tus objetivos, y para que también te brinde diferentes recetas sabrosas y sanas.